jueves, 20 de agosto de 2015

Continuidad y seguimiento de las dinámicas disipativas...

Las 14 entradas que siguen, corresponden a los trabajos finales de los alumnos, en la Asignatura de Cambio Climático, impartida el primer semestre de 2015 en el Magister de Gestión Pública de la FAE/ USACH. Junto con -de esta manera-, hacer público los trabajos, y permitir su difusión, entregamos una llave a la colaboración colectiva, abrimos el camino a la modalidad de evaluación P2P y presentamos un material que sin duda, permitiría interesantes trabajos de tesis, particularmente, en éste año 2015, que de diversas maneras podríamos considerar como el de un "hito definitivo", en el Cambio Climático (400 ppm de CO2, Encíclica papal, Plan de reducción de emisiones de USA, COP 21 en Paris...), así los hechos que demuestran su presencia entre nosotros sigan la tendencia creciente que los caracteriza hace ya una década. Por algunas ideas. Buenos trabajos.




martes, 18 de agosto de 2015

El problema de la huella de agua en Chile y sus variantes debido al cambio climático.

 Yanira Comoletti


Agosto de 2015.

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo busca abordar la temática de la huella hídrica, concebida como un concepto que buscar medir y concientizar a la población en relación al irracional consumo de los recursos hídricos y los efectos que dicho consumo acarrea, tanto en el ámbito global, como en el ámbito local.
Para cumplir con lo anterior se expondrá la definición del concepto, acompañada de un análisis de la situación en el país, lo que nos permitirá visualizar, al menos de una manera concreta, el alcance y la relevancia de lo que se pretende exponer aquí.
El objetivo de este documento es poner de manifiesto la existencia de un concepto que, si bien no es ampliamente conocido, su difusión e internalización puede ser de vital importancia de cara a la preservación de nuestros recursos hídricos, tan vapuleados por la acción del hombre y los cambios que ésta ha generado en el medio ambiente.


CONCEPTOS

Para abordar el tema de la huella del agua se debe establecer en primera instancia algunos conceptos.
El primero de ellos es la "Huella ecológica".
La "huella ecológica" es una creación (1996) del Suizo Mathis Wackernagel, experto en desarrollo comunitario, y del profesor Canadiense William Rees, ambos de la Universidad de British Columbia, Vancouver. Ellos lo definen como "el área de territorio productivo o ecosistema acuático necesario para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población definida con un nivel de vida específico, donde sea que se encuentre esta área".

Este concepto de huella ecológica es un instrumento que nos permite establecer o evaluar el impacto sobre el medio ambiente de las acciones que se realizan en éste. A modo de ejemplo, tener la luz encendida toda la noche: lo que se evalúa es el gasto de recursos naturales en términos generales, para de esta forma obtener datos de las necesidades humanas respecto de éstos recursos y hacer estimaciones respecto del gasto e intentar predecir en cuanto tiempo estos recursos gastados son regenerados.

Además de lo anterior, tenemos una serie de conceptos derivados, como por ejemplo, el de "huella de Carbono", que es el más conocido, sin embargo, no es de interés para el presente trabajo, y el de "huella hídrica", que es el que abordaremos en mayor profundidad. Para definirlo necesitamos verificar la cantidad de consumo de agua dulce no solo en humanos, sino también lo utilizado en procesos productivos, que en el caso Chileno con la industria de la minería e industria energética, basada en la construcción de centrales hidroeléctricas a lo largo del país, se eleva peligrosamente. Además, se estima que se puede evaluar la huella hídrica de un individuo y esto puede calcularse en base a la cantidad de agua total que se necesita para producir los bienes y servicios consumidos por éste: ésta puede ser agua dulce consumida, contaminada o evaporada, esto en el marco de una cantidad de tiempo definida predeterminadamente.
A su vez, existen los siguientes conceptos derivados de este último:
Huella hídrica de agua azul, la cual es la utilizada en reservas mundiales de agua dulce
Huella hídrica de agua verde, la utilizada en humedad y aguas lluvias.
Huella hídrica de agua gris, el agua contaminada utilizada en distintos procesos productivos.[1]



Lo ideal para mantener en su mínima expresión la huella hídrica es observar los procesos productivos en que se utiliza y ajustarlos a la realidad medio ambiental para así mitigar de alguna manera el impacto medio ambiental y así obtener la ansiada neutralidad hídrica, buscando la utilización de los recursos hídricos de manera eficiente y sustentable.

  
SITUACIÓN EN CHILE

El cambio de paradigma necesario para manejar de manera eficiente nuestros recursos hídricos en imprescindible:

"De momento, la entidad que lidera la definición de estándares es la Water Footprint Network (Red de Huella Hídrica), una fundación sin fines de lucro con sede en Holanda que ya calculó la huella de una taza de café, 140 litros de agua, o de un kilogramo de arroz, 3. 400 litros.

Entre los asociados chilenos a la Water Footprint Network figuran la Fundación Chile, la Universidad de Chile, la consultora Green Solutions y las empresas vitivinicultoras Concha y Toro, De Martino y Errázuriz.

Hoy, la Fundación mide en forma piloto la huella de agua de productos, empresas y cuencas, principalmente en la Región de Atacama, semidesértica, con escasez hídrica, gran minería y agricultura de exportación.

En diciembre estarán listos los resultados de seis empresas agrícolas de las cuencas de los ríos Copiapó y Huasco, en Atacama, productoras de uva de mesa, palta, hortalizas y olivos.

Con parte de esos datos, la institución está calculando la traza hídrica de toda la cuenca de Huasco. Y para tener ese mapa completo se dispone a medir, por primera vez en el mundo, el impacto de la actividad minera en el agua.
Ya hay compañías interesadas. En esa zona está el controvertido yacimiento binacional de oro y plata Pascua Lama, que va a explotar la corporación canadiense Barrick Gold.
Es que la huella hídrica no es comparable si las empresas que producen un determinado bien están ubicadas en lugares geográficos con diferentes patrones pluviométricos o composiciones del suelo.

En la cuenca, en cambio, "puedo concluir que la uva de mesa es mucho más eficiente en términos de consumo hídrico que la hortaliza, o viceversa".[2]

Con los antecedentes anteriormente expuestos, extraídos del diario La Nación, podemos estimar que en un futuro el tema de la huella hídrica deberá ser objeto de estudio de la gestión pública, aún más si consideramos que hasta hace poco tiempo tuvimos un importante movimiento social respecto a los recursos hídricos en la Patagonia y las relaciones contrapuestas que se generan entre distintos sectores de la sociedad, llámense mineros, agrícolas, hidroeléctricos u organismos públicos. También en el mundo privado se podrá convertir en un plus sumando valor agregado al producto final con el aporte de ésta información.

"Los recursos hídricos de Chile deben responder a múltiples demandas: agua potable, producción de alimentos, energía, bienes industriales y mantenimiento de los ecosistemas naturales. El principal uso del país para uso consuntivo es el riego, que representa el 73% de las extracciones a nivel nacional. Para este fin,  se utilizan 1,1 millones de hectáreas regadas, las cuales se localizan casi completamente entre las regiones de Coquimbo a Los Lagos".[3]

Según lo anterior, variadas situaciones afectan la reserva de recursos hídricos, las sequias a las que como país nos hemos visto expuestos en los últimos años no tienen ciclos concretos para intentar predecir su existencia o como atenuar sus daños, la reserva de éstos recursos está íntimamente ligada al concepto de cambio climático, ya que, si como es la tendencia aumenta la temperatura global, nuestras reservas concentradas en la cordillera con el agua nieve se verán afectadas de manera drástica e impactarán de sobremanera a los ríos que alimentan distintos sectores.

La OCDE ya pronosticó que para el 2025 el 47% de la población mundial vivirá en zonas marcadas por el estrés hídrico o falta de agua.[4]

Son estas razones las de real importancia para tomar conciencia, respecto a evaluar la situación de este recurso vital y, a partir de la evaluación, crear planes de mitigación y racionalización del uso de agua.

Analizando algunos casos del sector privado en donde la huella hídrica es un punto fundamental y se crean planes en torno a la utilización sustentable del recurso hídrico son:

"Cemento Polpaico, por ejemplo, está recuperando el agua servida de una comunidad en Tiltil (cerca de 60 casas) y una vez tratada en una innovadora planta, se la reparten en partes iguales.  
Con las mineras de Iquique, Fundación Chile ha trabajado en la protección de la biodiversidad; Codelco y Collahuasi tratan los drenajes de ácido y con Escondida se ha buscado aprovechar su entorno desértico para implementar paneles solares que permiten calentar las soluciones de electrolitos, con lo que han logrado disminuir el uso de diésel."[5]

Ahora bien, si hay algunas empresas que se han hecho cargo de ésta situación, esto es un concepto relativamente nuevo, además que se debe considerar el hecho en que variadas empresas se han visto en la obligación de restringir los recursos hídricos disponibles a raíz de la sequia por la cual se han visto afectados a causa del cambio climático

 


INFLUENCIA DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y CÓMO NOS AFECTARÁ

Al Gore, vicepresidente de EEUU, en su famoso documental “Una verdad incómoda”– (“An Inconvenient Truth), trata la degradación del planeta y nos pone en alerta sobre un posible cambio climático irreversible. En una de sus secuencias hace referencia al “síndrome de la rana hervida” (“boiled frog syndrome”) como símbolo de lo que nos puede suceder si no corregimos el calentamiento global que estamos sufriendo. Dicho síndrome hace referencia al efecto de un cambio gradual en la temperatura global, la cual no percibimos, pero lentamente nos fríe.

En el documental "IMANQACHÁ ¿Qué es lo que pasará?" se muestra la incertidumbre de agricultores, de diferentes lugares del Perú, ante los efectos del cambio climático que se está experimentando:

Dicen: “Falta agua, poca agua en los puquiales y más incertidumbre por el clima”. “Ahora el frío es más fuerte y el calor más intenso”. “Antes se echaba el maíz en el mes de setiembre, ahora no por que las lluvias no caen, como se espera a partir de noviembre”. “Las cosechas están atrasadas, antes se iniciaban en el mes de junio”. “…ya no se cree en la pachamama, antes los padres y abuelos si, ahora estamos con Dios”.

La mayoría de agricultores perciben un cambio en el clima, pero debido a la pérdida de conocimiento tradicional se ven afectados en su seguridad alimentaria. Los signos o señales se están dejando de observar, y cada vez son más difíciles de interpretar para los momentos de siembra.[6]

Dicho en otras palabras, el efecto del cambio climático no sólo afecta al medio ambiente en sí, a la preservación de las o la salud de las personas, sino que también representa un grave riesgo para la conservación de aspectos culturales propios de ciertas zonas que se han basado históricamente en la naturaleza para asegurar su subsistencia.

CONCLUSIÓN

El concepto de huella hídrica está siendo cada vez más conocido por la población mundial, principalmente debido al surgimiento de una nueva conciencia ecológica producto del avance sostenido que ha experimentado el cambio climático en todo el planeta. En la medida que se alcance cada vez mayor conocimiento de este concepto, sería posible tener un pequeño control sobre la problemática asociada, no sólo en Chile, sino que también en el resto del mundo.
Debemos tener en cuenta que nuestro país aún ostenta una autosuficiencia hídrica en relación al total de la huella hídrica actual para el resto del planeta, sin embargo, la sobreutilización de recursos hídricos por parte de ciertos sectores industriales, sumado al desconocimiento, inconciencia e, incluso, desidia del ciudadano común respecto a la problemática puntual, puede generar una crisis a mediano plazo, de la cual hemos visto algunos efectos, manifestados en la prolongada sequía que afectó a la zona central durante los últimos años, hecho que, adicionalmente, incidió en una elevación sostenida del costo de vida.
El objetivo, entonces, es buscar la generación de un cambio en el modelo mental de uso de recursos naturales, particularmente de los recursos hídricos, con el fin de preservar y extender su existencia por más tiempo del que algunas catastróficas proyecciones han determinado.




[1] Obtenido desde página web: http://www.aclimatecolombia.org/huella-hidrica/, consultado el 13/08/2015
[4] Obtenido desde página web: http://www.inacap.cl/tportalvp/?t=237&i=528&cc=32865.2688&tm=3, consultado el 13/08/2014

[6] Obtenido desde página web: http://gsagua.com/ronald-ancajima-ojeda/el-cambio-climatico-nos-afectara/, consultado el 14/08/2015.

Cambio Climático y políticas públicas: el efecto invernadero

 Haysis Orellana Farías



Los efectos contraproducentes del cambio climático se transforman en amenazas que tienen como impacto el riesgo en el desarrollo de los países y la integridad del ecosistema mundial. En este contexto, es posible suponer que numerosas especies vegetales y animales ya afectadas por la contaminación y la falta de hábitat provocaría la extinción de estas en los próximos años. 

Para comprender más del tema es necesario, por comenzar a definir lo que se entiende por cambio climático. En este sentido, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (2011), en su Artículo 1, define este concepto como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”. Por su parte, la organización de las Naciones Unidas para la alimentación y agricultura- (FAO, 2015) lo define como una importante variación estadística en el estado medio del clima o en su variabilidad, que persiste durante un período prolongado (normalmente decenios o incluso más). El cambio climático se puede deber a procesos naturales internos o a cambios del forzamiento externo, o bien a cambios persistentes antropogénicos en la composición de la atmósfera o en el uso de las tierras. 

La atmósfera actúa como una cubierta protectora y transparente en torno a la Tierra, dejando pasar la luz solar y reteniendo el calor. Sin ella, el calor del Sol rebotaría inmediatamente en la superficie terrestre y se perdería en el espacio. De ser así, la temperatura de la Tierra sería unos 30 ºC Celsius más baja, y todo se congelaría. De esta manera, la atmósfera funciona un poco como el techo de cristal de un invernadero. Por eso se habla del «efecto invernadero». Los responsables de este efecto son los «gases de efecto invernadero» que forman parte de la atmósfera y retienen el calor. Es importante mencionar que la mayor parte de los gases de efecto invernadero se generan de forma natural. Sin embargo, a partir de la revolución industrial del siglo XVIII, las sociedades humanas también los producen, y debido a ello sus concentraciones en la atmósfera son más elevadas ahora que en los últimos 420.000 años (CONAFOR, 2009). De tal forma, se intensifica el efecto invernadero, ocasionando un aumento de las temperaturas en la Tierra: el cambio climático. 

En lo que respecta a los gases de efecto invernadero y tal como se menciona con anterioridad, el principal gas invernadero es el dióxido de carbono, el cual representa el 75 % aprox., (CIIFEN, 2015) el total de emisiones de gas efecto invernadero, a nivel mundial, es decir, de todos los gases de efecto invernadero que se vierten a la atmósfera en los vapores y humos procedentes de tubos de escape, chimeneas, incendios y otras fuentes. El dióxido de carbono se libera principalmente al quemar combustibles fósiles tales como el carbón, el petróleo o el gas natural. Y los combustibles fósiles siguen siendo la fuente de energía más utilizada: los quemamos para producir electricidad y calor y los utilizamos como combustible en nuestros automóviles, buques y aviones. 

La mayor parte de nosotros conocemos el dióxido de carbono (CO2), pues están presentes por ejemplo en las bebidas gaseosas (las burbujas de estas bebidas y de la cerveza son burbujas de CO2). Sin embargo este gas también desempeña un papel importante en la respiración: inspiramos oxígeno y expiramos dióxido de carbono, en tanto que los árboles y las plantas absorben CO2 para producir oxígeno (CIIFEN, 2015. Por este motivo son tan importantes los bosques del planeta ya que contribuyen a absorber parte del exceso de CO2 que estamos produciendo. Sin embargo, actualmente se vive un proceso de deforestación que no ayuda en lo absoluto a lidiar con este gas, ya que nosotros mismos no nos ayudamos con propiciar insistentemente en tala, desbroce y quema de los bosques, realidad presente en todos los continentes. Otro tipo de gases de efecto invernadero generados por las actividades humanas son el metano y el óxido nitroso, los que forman parte de los gases invisibles producidos por los vertederos, las explotaciones ganaderas, determinados métodos agrícolas de fertilización. En este contexto, también cabe señalar que fabricamos artificialmente algunos de los gases de efecto invernadero, los llamados en gases fluorados y que están muchísimo más presente de lo que uno cree, por ejemplo estos se utilizan en los sistemas de refrigeración y aire acondicionado, pero acaban en la atmósfera si se producen fugas, o cuando los aparatos no son objeto de un tratamiento adecuado al finalizar su vida útil. 

El actual cambio climático está incidiendo ya todo el planeta. A largo plazo, podría incluso desencadenar grandes catástrofes, tales como un rápido aumento del nivel del mar, inundaciones, grandes tempestades y escasez de alimentos y agua en algunas partes del mundo. El cambio climático afectará a todas las naciones, pero los países en desarrollo son los más vulnerables, ya que a menudo dependen de actividades sensibles al clima como la agricultura y no disponen de mucho dinero para adaptarse a las consecuencias del cambio climático (CONAFOR, 2009). 

Ante lo expuesto, es necesario referirse a lo que la moderna ciencia del clima está haciendo y dedicándose, la cual está enfocando sus estudios en el pasado y a observar e interpretar con precisión lo que está sucediendo ahora. Los científicos utilizan una panoplia sorprendente de medios para averiguar cuál fue la situación en el pasado, por ejemplo, perforan la parte superior de los casquetes polares hasta el lecho rocoso y extraen cilindros de hielo denominados testigos de hielo. En la Antártida, un equipo de investigadores europeos extrajo testigos de hielo de una profundidad superior a 3 km, que no se han visto afectados por la luz ni el aire durante más de 900.000 años (OEI, 2006). Las propiedades físicas del hielo y del aire contenido en pequeñas burbujas permiten a los investigadores saber cómo eran el clima y la atmósfera en aquella época. También facilitan pistas sobre el pasado los anillos de árboles y corales de épocas remotas, las estalagmitas y los pólenes, semillas y hojas antiguos. Estudiando todo ello se sabe que las glaciaciones han alternado con períodos más cálidos y que las temperaturas medias en la Tierra han oscilado entre 9 ºC y 22 ºC (la temperatura mundial media actual es de 15 ºC), estas fluctuaciones se debieron a causas naturales, tales como las variaciones de la órbita de la Tierra en torno al Sol y del eje de la Tierra, los cambios en la actividad solar y las erupciones volcánicas (OEI, 2006). 

Ante lo anterior, y referente a las autoridades públicas, cabe cuestionarse que debiesen o que están haciendo los gobiernos para mitigar esta realidad, pues debiese apelar a reducir las emisiones a la atmósfera de los gases de efecto invernadero. Algunos de ellos son de larga vida, lo que significa que permanecen en la atmósfera durante décadas o períodos incluso más largos. Aunque adoptemos medidas drásticas ahora, las temperaturas seguirán aumentando durante cierto tiempo. Sin embargo, si no se toman medidas, crecerán más rápido todavía, y en un momento dado podría ocurrir que el clima se nos fuera de las manos. Reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero exigirá inversiones y la modificación de la forma en que actualmente producimos y usamos la energía. Estudios recientes indican que el costo de no hacer nada sería muy superior, por los daños y el sufrimiento que causaría dejar que el cambio climático siguiera su curso. En lo que respecta a las medidas gubernamentales, desde los años ochenta, las pruebas de la existencia del cambio climático se acumulaban (OEI, 2006). Los gobiernos se están dando cuenta de la amenaza que esto representa y de que tienen que hacer algo al respecto. También comprendieron que la colaboración era imprescindible para el éxito, ya que el cambio climático es un problema planetario, porque todos los países contribuyen, en diversa medida, a la emisión de gases de efecto invernadero y todos los países se ven afectados por él. Por ello, ningún país puede resolverlo por sí solo. 


Sin duda alguna el fenómeno del cambio climático es un hecho indiscutible, siendo el principal causante, consensuado científicamente, el accionar del hombre. Esto se vincula a la quema de combustibles fósiles, especialmente carbón, gas y petróleo, y a la pérdida de cobertura forestal, provocando la excesiva emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero (GEI), los que se convierten en protagonistas del incremento de la temperatura del planeta siendo una de las principales causas del fenómeno. En este último punto y en términos simples, estos gases son todos aquellos compuestos químicos en estado gaseoso que se acumulan en la atmósfera de la tierra y que son capaces de absorber la radiación infrarroja del sol, aumentando y reteniendo el calor allí mismo; en la atmósfera al efecto invernadero, lo intensifica y lo vuelve más peligroso, entre otras cosas, aumentando considerablemente la temperatura del planeta, más simple aun, lo que hacen estos gases es que se desarrolle el mismo efecto que se desarrolla en un invernadero de cultivo, sólo que nosotros no necesitamos ese exceso de calor, energía y radiación infrarroja que viene del sol. En consecuencia, la atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado y las concentraciones de gases de efecto invernadero han aumentado. Más aun, los análisis científicos plasmados en la publicación del Banco Mundial (2012), hace alusión a la probabilidad de que la temperatura media global, podría aumentar en unos 4°C durante el siglo XXI, lo que provocaría episodios de calor, graves sequías y grandes inundaciones en muchas regiones, teniendo graves consecuencias para los ecosistemas y los servicios que otorgan, como por ejemplo servicios de suministro de alimentos y de agua, servicios de regulación de suelos, de enfermedades y plagas, servicios recreacionales, culturales, espirituales, y religiosos entre otros. 

Durante los últimos 8.000 años, el clima ha sido bastante estable, con pequeños cambios de menos de 1 ºC por siglo. Esta estabilidad ha permitido el desarrollo de la sociedad y de los ecosistemas tales como hoy los conocemos. No obstante, hoy el calentamiento se acelera. Las causas naturales no bastan por sí solas para explicar un calentamiento tan rápido, sin precedentes por lo menos en los últimos 1.000 años, o 2.000 años según algunos estudios (OEI, 2006). Gran parte de la información descubierta por los científicos se utiliza para predecir el clima futuro y los efectos del cambio climático. A tal efecto se utilizan la modelización y la simulación informática. Los científicos no saben exactamente en qué medida es sensible nuestro clima al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, es decir, qué concentraciones son las que desencadenan determinados cambios de temperatura. Esto depende también de otros factores, como la contaminación atmosférica y la formación de nubes. Por ello, los científicos efectúan simulaciones basadas en distintos supuestos (OEI, 2006). 


Tomar conciencia de este proceso climático, se ha trasformado en un tema mundial, del cual diversos organismos, como la ONU, están tomando en consideración y debatiendo acerca de los impactos que implican desde la biodiversidad, hasta la salud critica del ser humano. Sin embargo, aun no se hacen parte de soluciones concretas, ni mucho menos es parte de las agendas públicas. Es por ello que ante lo anterior, espacios de información, discusión y debate al respecto, son aportes fundamentales que permiten reflexionar acerca de este tema, más aun si se comienzan desde las aulas, como la presente cátedra de magister de “Cambio climático y Políticas Públicas” siendo la puerta de entrada para dilucidar y generar interés por mover redes de conocimiento que enriquezcan en experiencia diversos estudios esta problemática, esto porque la falta de conciencia y conocimiento sobre el cambio climático y sus posibles impactos, sigue siendo una de las principales barreras a la adaptación. En este contexto, también es necesario educar a las nuevas generaciones y generar las capacidades, en todos los actores relevantes, a través de una permanente producción de material y la realización de actividades de educación y difusión, de manera que el proceso de adaptación sea conocido, aceptado y adecuado a las necesidades.

  

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lunes, 17 de agosto de 2015

Glaciares y Cambio Climático. Investigación.

Por Rodrigo Bernal Coppo.

TABLA DE CONTENIDOS 
INTRODUCCIÓN pág. 3-4 
CAPITULO 1: GLACIARES DE CHILE: DISTRIBUCIÓN, NÚMERO E IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO pág. 5 1.1. 
IMPORTANCIA DE LOS GLACIARES EN CHILE pág. 5 
CAPITULO 2: DISTRIBUCIÓN DE LOS GLACIARES EN CHILE pág. 6 
2.1 Glaciares del Norte Grande: pág. 6 
2.2 Glaciares del Norte Chico: | pág. 6 
2.3 Glaciares de la zona central: pág. 6 
2.4 Glaciares zona centro-sur: pág. 6 
2.5 Glaciares zona sur: pág. 7 2.6 Glaciares zona austral: pág. 7 
2.7 Glaciares del extremo sur: pág. 
7 CAPITULO 3 GLACIARES POR REGIÓN: pág. 8-10 
CAPITULO 4: RESULTADOS DEL INVENTARIO NACIONAL DE GLACIARES AÑO 2011 pág.10-11 
CAPITULO 5: EFECTO DEL CC SOBRE LOS GLACIARES DE CHILE Y ARGENTINA pág.11 5.1 CHILE pág.12-13 
5.2 ARGENTINA pág.13-14 
CAPITULO 6: PROTECCIÓN Y DESPROTECCIÓN DE GLACIARES. 
6.1 Antecedentes de Protección: pág.14-15 
6.2 Antecedentes que ignoran los glaciares: pág.15 
CONCLUSIÓN pág.16 
BIBLIOGRAFIA pág.17

INTRODUCCIÓN

La criósfera (gr. κρύος (cryos), "frío", "escarcha" o "hielo" y σφαῖρα (esfera) "globo") es el término que describe las partes de la superficie de la Tierra donde el agua se encuentra en estado sólido, que incluye el hielo del mar, el hielo del lago, el hielo del río, los glaciares, las capas de hielo y terreno congelado, la criósfera se ha visto afectada por el aumento de la temperatura promedio de la superficie terrestre efecto del Cambio Climático (CC),lo cual ha generado el genera el derretimiento de los glaciares que son “Masa de hielo que fluye hacia abajo limitada por la topografía que le rodea,

Un glaciar se mantiene por la acumulación de nieve en altitudes altas, y se equilibra por la fusión de nieve en altitudes bajas o la descarga en el mar” (IPCC, 2001). Durante el presente trabajo se analizara los glaciares, cuya intención es proporcionar al lector conocimientos para que estos puedan tomar conciencia en la importancia de los glaciares y su protección. Cabe destacar que durante los últimos 30 años se ha experimentados un retroceso y adelgazamiento por la masa glaciar y los procesos de fusión del hielo se han acelerado hasta duplicar su velocidad en los últimos 10 años.
Por ejemplo, el 90% de los glaciares cordilleranos está disminuyendo y Campos de Hielo Sur ha retrocedido hasta 30 metros por año. Además estudiaremos la gran cantidad de glaciares andinos chilenos y argentinos y como estos han experimentaron retroceso y adelgazamiento de las lenguas de hielo durante el siglo XX.

Al nombrar los glaciares la primera imagen que se viene a lamente es una gran roca de hielo, lo cual es muy cierto pero no se debe en el presente informe se intenta esclarecer que los glaciares son masas de hielo eternas formado por acumulación de nieve sobre la tierra y que usualmente tiene una superficie superior al 10% de un km2 (100.000 m2) donde una de las funciones ecológicas cruciales de los glaciares es el aporte en la recarga de los acuíferos naturales, de gran relevancia durante la temporada estival en la zona central de Chile. Adicionalmente, glaciares y nieves eternas aportan 24,4 millones de km3 de agua dulce, correspondientes al 69,6% del total presente en el planeta.

Un glaciar se generará de manera espontánea en todo lugar en que las condiciones topográficas y meteorológicas sean tales, que la precipitación sólida de un año pueda preservarse en ese estado hasta el año siguiente. De esta forma la nieve puede acumularse progresivamente hasta formar un glaciar que eventualmente empezará a fluir, moviendo esa masa acumulada de la zona de "Preservación" (Acumulación) a la zona de ablación, donde el agua preservada en estado sólido por años, se derrite y se integra a los caudales de los ríos.

De este modo, si el clima variase de forma tal de que desaparecieran por completo estas áreas, el régimen hídrico también cambiaría, aumentando los caudales de primavera y disminuyendo los de verano, poniendo en riesgo a los ecosistemas, poblaciones y desarrollos económicos que dependan de los limitados recursos hídricos del verano. Además se puedo señalar como afecta el cambio climático los glaciares, donde es un excelente indicador la elevación de la línea de nieve, la que al ascender producto del calentamiento atmosférico, reduce de manera no lineal y dependiente de la hipsometría la superficie neta capaz de retener precipitaciones en forma de nieve. Para tener una idea de la importancia que podría llegar a tener este fenómeno podemos estimar el volumen típico de precipitación sólida que puede llegar a ser almacenado de forma estacional por las áreas actualmente cubiertas por glaciares.



CAPITULO 1: GLACIARES DE CHILE: DISTRIBUCIÓN, NÚMERO E IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO 
Los glaciares de Chile se sitúan en la cordillera de los Andes, por lo que están estrechamente relacionados con ésta y su larga extensión latitudinal, cuyas características varían desde conos volcánicos de 6000 metros de altura con escasos glaciares en el altiplano andino, hasta los englaciados cordones montañosos de baja altura de la Patagonia occidental. El inventario de glaciares (Estrategia Nacional de Glaciares 2009), contabilizó 1.835 glaciares que cubren en conjunto una superficie de 15.490 km2. A lo anterior, habría que sumar una superficie no inventariada de 4.700 km2 y que en total suma una superficie de 20.190 km2 de hielo. El inventario fue completado por la Dirección General de Aguas el año 2011, concluyendo que Chile posee un área total de superficie glaciar de aproximadamente 23.000 km2, siendo la mayor superficie glaciar de Sudamérica. En Chile, la superficie y número de masas glaciares aumentan de norte a sur, ubicándose el 88% de los glaciares en la zona de Campos de Hielo.

1.1. IMPORTANCIA DE LOS GLACIARES EN CHILE .
La importancia es que son las principales reservas de agua dulce en el planeta y por ello el principal seguro que poseen los ecosistemas y las comunidades humanas para su subsistencia. Los glaciares son reservas estratégicas pues no sólo aportan agua a las cuencas hídricas en verano, sino que son la única fuente de recarga de ríos, lagos y napas subterráneas en las zonas áridas y en períodos de sequía. También queda en evidencia al comparar el aporte de ríos, lagos y lagunas, que sólo alcanza un volumen inferior al 0,4% o 0,14 millones de km3 de toda el agua dulce del planeta.

CAPITULO 2: DISTRIBUCIÓN DE LOS GLACIARES EN CHILE 
El inventario de glaciares del año 2007 contabiliza 1.835 glaciares, cubriendo en conjunto una superficie de 15.490 km2. A lo anterior, se agrega una superficie no inventariada de 4.700 km2 alcanzando un total de 20.190 km2 de hielo. Actualmente el último registro proporcionado por “Glaciares de Chile 2014” indica una superficie glaciar de aproximadamente 23.000 km2. La superficie ocupada por los glaciares del territorio nacional se distribuye -de norte a surde la siguiente forma:

2.1 Glaciares del Norte Grande: Masas de hielo ubicadas en altitudes superiores a los 6.000 metros. Estos glaciares se ven favorecidos por las precipitaciones de verano que alcanzan una magnitud moderada.

2.2 Glaciares del Norte Chico: Esta zona casi no presenta formaciones de glaciares de gran magnitud, debido a la baja altura de las cumbres andinas que no entrega las mejores condiciones, temperaturas de congelación, para la acumulación de agua en forma de nieve o hielo.

2.3 Glaciares de la zona central: Gran número de glaciares debido a la mayor altura de las cumbres cordilleranas e incremento de precipitaciones. Los glaciares se concentran en las cuencas de los ríos Aconcagua, Maipo y Rapel cuya superficie suma 900 km2, repartidos en más de 1.300 glaciares.

2.4 Glaciares zona centro-sur: Desde el río Maule hasta Valdivia la superficie ocupada por los glaciares corresponde a unos 400 km2 de hielo distribuido en cerca de 300 glaciares. La reducción en el número, comparado con la zona central, se debe a la disminución en altura de la cordillera, interrumpida por la presencia de volcanes que superan los 2.000 metros de altura. La presencia de glaciares se registra sobre montañas de origen volcánico sin actividad.

2.5 Glaciares zona sur: Se registran pocos glaciares de magnitud importante entre Valdivia y Aysén debido a baja altura de los Andes, la excepción serían los glaciares en los conos volcánicos de mayor altitud. 2.6 Glaciares zona austral: Al sur de Aysén se encuentran Campo de Hielo Norte (CHN) y Campo de Hielo Sur (CHS) que corresponden a las mayores áreas glaciares de América del Sur. El CHN tiene una superficie de 4.000 km2 y 70 glaciares principales. El CHS presenta una superficie de 13.000 km2, la mayor de Sudamérica, a lo largo de 350 km en dirección Norte-Sur desde los 48°20´de latitud sur hasta los 51°30´. En el extremo austral los ríos se alimentan de los Hielos Patagónicos (Norte y Sur). 2.7 Glaciares del extremo sur: En Tierra del Fuego se ubica una alta concentración de glaciares en la Cordillera de Darwin con una superficie de hielo de 2.000 km2.

CAPITULO 3 GLACIARES POR REGIÓN: 
Parte del trabajo de la Estrategia Nacional de Glaciares consistió en realizar un inventario de glaciares dividido en 4 zonas. (Tabla 1). Tabla 1. Inventario de glaciares Zona Norte, Centro, Sur y Austral. (Esta publicación no presenta las tablas. Solicitarlas a Rodrigo Bernal, al siguiente mail:   )

CAPITULO 4: RESULTADOS DEL INVENTARIO NACIONAL DE GLACIARES AÑO 2011
El Inventario Nacional de Glaciares1 fue completado por la Dirección Nacional de Aguas (DGA) el año 2011. Entre sus resultados destacan:
a) En total Chile posee la mayor superficie de glaciares de Sudamérica (23.000 km2 , antes indicado) b) El 88% de los glaciares de Chile se encuentran en la zona de Campos de Hielo. Estos glaciares no aportan gran cantidad de agua a las cuencas, pues, su aporte hídrico va directamente al mar.

CAPITULO 5: EFECTO DEL CC SOBRE LOS GLACIARES DE CHILE Y ARGENTINA
El Programa de las Naciones Unidas para Medio Ambiente (PNUMA) señala que el CC representa uno de los mayores desafíos ambientales actuales y que representa una significativa amenaza sobre nuestra sociedad y el medioambiente4 . Dentro de los principales peligros se advierte, por una parte, el desplazamiento de los patrones climáticos que amenazan la producción de alimentos y por otra transformaciones de ecosistemas, tal como el derretimiento de las masas de hielo continentales (glaciares) y los casquetes polares que producirán el aumento del nivel de los océanos, incrementando el riesgo de inundaciones catastróficas y destrucción en zonas costeras, islas y tierras continentales
5.1 CHILE
Los patrones de retroceso y adelgazamiento detectados en Chile durante los últimos 30 años, se han acelerado y hasta duplicado en los últimos 10 años . Por ejemplo, en la zona central, cuenca del río Maipo, en el año 1979 se registraron más de 637 glaciares con una superficie de 421 km2 , en tanto que en la actualidad la superficie de hielo se ha reducido en 263 km2 . Las investigaciones realizadas por Centro de Estudios Científicos (CECS) de Valdivia demuestran que los glaciares están retrocediendo. Por ejemplo, el 90% de los glaciares cordilleranos se ha reducido. En tanto que Campos de Hielo Sur registra retrocesos de hasta 30 metros por año. Campos de Hielo Norte ha perdido 101 km2 entre los años 1945 y 2005. El mayor retroceso se registró en la fachada Occidental: San Rafael 12,6 km2 y San Quintín 28,8 km2 . La causa de este fenómeno sería una relación directa entre el calentamiento de la atmósfera durante el siglo XX y lo que va del XXI. En la zona central se ha registrado un desplazamiento de la isoterma 0°C7 (o línea de nieve de los glaciares) ha desplazado desde los 300 a los 500 metros de altura. Este fenómeno reduce en primera instancia la capacidad de almacenamiento de agua, y además, conduce al retroceso, adelgazamiento y reducción de la masa total de los glaciares de Chile8 . La figura 2 describe el desplazamiento en altitud de la isoterma 0°C en la zona central de Chile. La línea continua muestra la tendencia que indicaría, en términos simples, que gran parte de la nieve caída anualmente durante el período de invierno se derrite a mayor altitud al momento de caer y no pudiéndose conservar hasta el aumento de temperaturas en el periodo primavera / verano.
5.2 ARGENTINA
En comparación al otro lado de la Cordillera de los Andes, un estudio presentado en el “Taller de Aplicaciones de Tecnología Espacial Integrada al Desarrollo Sostenible de Altas Montañas de Países Andinos”9 al año 2009, demuestra, apoyado en tecnología de análisis de imágenes satelitales que los glaciares del lado argentino de campos de hielos, muestran un considerable retroceso de superficie en el período 1987 – 2005. Ello asociado a un aumento de las temperaturas medias de los meses de febrero10 . Complementando lo anterior, Masiokas y otros (2009)11 han presentado el estudio más completo realizado hasta la fecha entre científicos chilenos y argentinos sobre los glaciares del sur del continente, llegando a las siguientes conclusiones:
Glaciares Andinos de Chile y Argentina han fluctuado en forma relativamente homogénea durante los últimos siglos. Por ejemplo, durante el siglo XX gran cantidad de glaciares andinos han experimentado un retroceso y adelgazamiento de las lenguas de hielo. Muchos glaciares experimentaron avances muy importantes concentrados principalmente entre los siglos XVII y XIX durante la llamada "Pequeña Edad de Hielo". Tanto a nivel local como regional, la historia reciente de estos glaciares es compleja. Por ejemplo en algunas fluctuaciones se encontraron diferencias significativas en el número y época de ocurrencia de los retrocesos, incluso en sitios relativamente cercanos entre sí.

CAPITULO 6: PROTECCIÓN Y DESPROTECCIÓN DE GLACIARES 
El capítulo III de la Constitución Política de la República de Chile de 1980, en el artículo 8°12 establece “El derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Es deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza.”. En las próximas líneas se presentara la política pública ha intentado proteger a través de proyectos estos glaciares y también como estos han sido ignorados según las siguientes medidas:
6.1 Antecedentes de Protección: Proyectos de Ley (mociones) de Protección han quedado estancados (Sánchez 2005, Horvath 2006 y Girardi 2008). Política para la Protección y Conservación de Glaciares, 2009 (no condujo a mecanismos de protección eficaz). Estrategia Nacional de Glaciares (2009). Ley N° 20.283 sobre recuperación del bosque nativo y fomento forestal, prohíbe la tala de bosque en los márgenes de glaciares.

Ley N° 19.300 de 2010, incluyó a los glaciares al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Reglamento indica que proyectos de inversión deben someterse a EIA si afecta a glaciares.
El 20 de mayo de 2014 un grupo de diputados, en coordinación con las organizaciones ambientales Greenpeace, Chile Sustentable y Fundación Terram, presentaron una moción parlamentaria para Protección y Conservación de Glaciares, Boletín N° 9364-12. Al día siguiente la Presidenta Bachelet en su cuenta pública del 21 de mayo anunció una ley de Protección de Glaciares cuya naturaleza es establecer una ley de protección y preservación de glaciares que indica, sus ambientes glaciares, periglaciares, regula y prohíbe las actividades que puedan realizarse en ellos, del cual se pueden rescatar los siguientes antecedentes relevantes hacia la protección de los glaciares.

6.2 Antecedentes que ignoran los glaciares:
Reforma del Código de Aguas IGNORA las nieves y glaciares, aunque son parte importante del ciclo hidrológico. Proyectos de inversión minera: Pascua Lama, Andina 244 o Los Bronces demuestra que los glaciares singuen siendo ignorados.


CONCLUSIÓN 
“Estamos en presencia de una nueva promesa incumplida de la presidenta que en el año 2014 anunció con bombo y platillos una ley de protección de glaciares y frente a las presiones de los sectores más conservadores y de la minería está poniendo freno de mano a una iniciativa importantísima para proteger la vida y el agua en nuestro país”, Asegura Matías Asún Director de Greenpeace en Chile. Con la opción antes señalada es que se concluye este trabajo del cual ha servido para interiorizarnos en un tema de gran importancia.
El IPCC señala que América Latina es una de las regiones más vulnerables al cambio climático además alerta sobre la gravedad que el calentamiento global está causando, específicamente el calentamiento del permafrost y el deshielo de los glaciares (IPCC 2014).
Como consecuencia de esto es de vital importancia que nuestras autoridades tomen conciencia sobre la protección de los glaciares considerado que Superficie de los glaciares en Sudamérica: 29.333 km2 aprox. y El 80,5% de esta superficie se encuentra en Chile y se estima que Chile tiene 24.114, de ellos y cubren 23.641,6 km2 (DGA, 2014) país que más porcentaje de superficie posee América latina (Segovia 2014).
Antes que sea tarde ya que el Banco Mundial 2014, estima que glaciares tropicales perderán entre 78% - 97% de su volumen; glaciares australes entre el 22% y 47% de su volumen si temperatura aumenta +2.
Al concluir este trabajo cabe destacar que Chile cuenta con una extensa capa montañosa y que lamentablemente está tipificado como país vulnerable según la Convención de Cambio Climático, ya que cumple con siete de los 9 criterios del CMNUCC14. Tales como el Aumento de temperaturas, Redistribución de precipitaciones, Intensificación de aridez en zona norte, Avance de desertificación hacia el sur del país, Reducción de precipitaciones en zona central y sur.

BIBLIOGRAFIA
www.bcn.cl
http://www.aprchile.cl/pdfs/Inventario%20de%20glaciares.pdf http://www.dga.cl/productosyservicios/mapas/Paginas/default.aspx
http://www.pnuma.org/ http://www.dga.cl/Paginas/default.aspx http://www.camara.cl/pley/pley_detalle.aspx?prmID=9780&prmBL=9364-12

Cambio Climático y Políticas Públicas. La era del Antropoceno.

Héctor Felipe Martínez Soto

Agosto de 2015.

En la hora en que todos debemos cuidar el planeta y su destino, no olvidemos que de algún modo debemos como humanidad frenar la destrucción del planeta, el cambio de conciencia es al que apelamos y a vivir con lo necesario.

La era del Antropoceno

Los acontecimientos que afectan al planeta y conllevan a la destrucción paulatina,  intoxicación de seres vivos, ecosistemas naturales, la atmosfera, alteración de cauces de ríos destrucción de hábitats, radiación, polución, etc.  Son algunas razones que en algún minuto podrán encontrar una justificación a hechos que afectarán a la población humana, y que han cambiado la Geología y Naturaleza de la Tierra, hasta el punto en que posiblemente una época en la historia de nuestro planeta haya comenzado (Crutzen, 2000).

Un claro ejemplo del daño y los impactos de la contaminación, se da en habitantes de la tercera región en la comuna de Paipote, expuestos a los escoriales mineros, y declarada zona saturada por anhídrido sulturoso por los Ministerios de Agricultura  y de Salud (D.S. 255/1993.
Si bien existe conciencia del daño que se provoca, las públicas que provengan de organizaciones internacionales o lineamientos específicos (Change, 2007) que guíen el actuar del estado y como fortalecer a los aparatos gubernamentales que deciden y miden el impacto que pueda causar la instalación de ya sea un yacimiento minero o la instalación de una carretera eléctrica.
En sí las políticas públicas de los países en vías de desarrollo puedan reaccionar a tiempo y a su vez se espera que los administraciones de gobiernos puedan no reaccionar post catástrofe sino más bien puedan prevenir los daños que ocasione el impacto de la contaminación los gases invernadero y el cambio climático.

Se espera que el gobierno pueda guiar la gestión de la prevención en conjunto con otros organismos e instituciones ambientales, y que las evaluaciones de impacto no se midan con la varita del dinero o de la inversión, sino que también se ponga la relación de las utilidades con el costo de en salud comunitaria y ambiental, disminuyendo los márgenes que las empresas puedan tener debido a extracción de cobre.  Esto si bien es una aproximación, que realmente se sustenta en una teoría de política pública, pueda darse en favor no de las empresas y la inversión privada, sino más bien en el castigo a la inversión de los privados de manera irresponsable, sin justificación alguna.

Algunos datos importantes         

De acuerdo los datos entregados por la Nasa respecto a las variaciones de Dióxido de Carbono CO2, (NASA, 2015) la variación de la temperatura, la Disminución del Hielo Ártico, las cifras son aterradoras y muestran como en los últimos años los niveles se disparan, con ello el efecto invernadero y la repercusión que pueda tener en la tierra, aumentando el nivel del agua, la disminución de lluvias y sequias prolongadas por años que afectan a la economía y afectan las políticas que los estados implementan, o bien el ciclo de políticas.

Quisiera detenerme aquí en las políticas, dado que los efectos en las regiones afectadas por los cambios climáticos, afectan a países y economías, con ello el desarrollo de las políticas y los ciudadanos.  Si bien los gobiernos desarrollan planes de acción en estos casos, me arriesgaría a decir que no es suficiente, por el impacto que esto tenga, quisiera pensar que se toman medidas y acciones en relación también a los cambios que está experimentando el planeta.
La fuente de ingresos para muchas regiones de Latinoamérica es la producción de recursos extraídos de la tierra o naturales, principalmente el alimento vegetal.  En casos de sequias debido a cambios en la temperatura y en otros casos el aumento inesperado de las lluvias cambia el panorama y la producción de los bienes para el intercambio y la producción de Capital[1].
Si bien el cambio se produce de manera más acelerada en los últimos años, aun no se toma en cuenta los factores del cambio a nivel de organizaciones internacionales de países, y la verdad es que si el cambio climático continua así las consecuencias van a ser grandes y la era del Antropoceno (Crutzen, 2000) se reconocerá como una era en curso y el daño que ha causado el hombre en la tierra de algún modo tendrá que ser recuperado.

La recuperación de lo que se pierda será una misión difícil, en donde se tendrá que crear una política no solo a nivel de Estados sino más bien a nivel de continentes que se unan en una sola campaña, dejando de lado los intereses propios de cada país.  Es una tarea difícil, como logramos que una causa una a los países que hasta el momento no se han puesto de acuerdo en superar la brecha de la desigualdad, en donde existen multimillonarios que ni con todo el dinero del mundo pueden mejorar las condiciones de quienes se encuentran sumidos en la pobreza, peor aún se acrecienta la brecha de la desigualdad y los niveles de pobreza.

La era del antropoceno la identifico también como la era del individualismo en donde la economía se basa en el aumento del capital y la inversión de quienes acumulan capital en donde más conviene y no donde más se necesita, buscando siempre la mayor cantidad de beneficios propios, no por la calidad de vida de los habitantes de las regiones, el lema entonces es aplastar al pequeño, y abusar de él y en cuanto a las medidas de arreglo en la calidad de las políticas de salud educación, tributarias, encontramos siempre desacuerdo.

Si bien el Antropoceno post era industrial nos deja la enseñanza de que la tierra es un bien limitado y que ya no se distribuyó de otra manera, comenzó con la individualidad y terminara de la peor manera, tal vez sea con una guerra nuclear y con la matanza de quienes no estén al servicio del capital y del individualismo. Es lamentable pero puedo aseverar de que la humanidad y la era del antropoceno terminara de alguna forma en catástrofe o una lucha por eliminar o disminuir el poder de capital que acumulan unos pocos, en pos de lograr la desaceleración del calentamiento global.

El cambio climático (Rainer, 2015) y su proceso en estos momentos se incrementa y nos pone en un contexto en donde debemos buscar nuevas formas de producción de energías, los conceptos de procesos de producción sustentables, mediante los cuales se vende el mercado de capitales la verdad es que no tiene mucho asevero y debemos tener la claridad de que ya no es viable debido a que no existe de manera empírica solo en el imaginario del capital, el cual se dispone a invertir su acaudalado monto en una determinada zona o región a costa de la destrucción del ecosistema, la fauna y la utilización de los recursos naturales de la zona, y todo esto a cambio de dar empleo a una mínima parte de personas que habitan desde más de una generación atrás.  Entonces si las empresas transnacionales se encuentran dispuestas a invertir al mínimo costo y al máximo impacto debido a que los estudios en el papel dicen una cosa pero a largo plazo tendremos zonas saturadas de contaminación y mayor cantidad de personas sin empleo y por supuesto la cero responsabilidad de quienes en un momento obtuvieron utilidades millonarias y aumentaron su patrimonio a costa de la intervención y extracción de minerales, con procesos totalmente fuera de norma.

Si eso se permite como política de inversión para los capitales extranjeros y damos paso a que se asienten en nuestro país grandes empresas con la excusa de un desarrollo sustentable (Chile Desarrollo Sustentable, 2011) en todos los ámbitos, de crecimiento y damos energía a precios bajos y puedan explotar zonas protegidas sin ningún costo, me parece que hasta ahora no se ha hecho bien la tarea de permitir tal tipo de intervención, y necesitamos hacer hincapié en subir y aumentar los requisitos para las inversiones de alto impacto.

Lo estamos presenciando con lo que ha sucedido en la III Región, con el alto impacto que deja la intervención de empresas mineras que cambian los caudales de los ríos, mueven cerros, crean escoriales mineros, y con una fuerte lluvia que afecte la zona, tienen el desplazamiento por toda la zona del escorial y la contaminación y el polvo y la exposición al mineral y la contaminación aumenta, si bien ahora en estos momentos no se sabe cuál fuerte es el nivel de contaminación, en algunos años tendremos resultados de ello, con el aumento de las enfermedades y los problemas que de ello deriven.

Espero que la política pública al respecto tenga la fuerza de intervenir en estos territorios expuestos de gran manera al despojo de las empresas que lo único que les importa es aumentar su capital y no mejorar las condiciones de vida de quienes viven alrededor de ellos, también el llamado es a concientizar a quienes se encuentran afectados y a quienes indirectamente también se encuentren afectados por las empresas transnacionales, que por supuesto no tienen sus lujosas casas en las cercanías de los yacimientos mineros que tanta utilidad representa para ellos, talvez si esta intervención fuera de otra manera o bien sacará de la pobreza a quienes están cerca sería aceptable, pero ni siquiera eso hacen, porque los expertos los traen de otras regiones y hasta otros países, solo de las cercanías o de los territorios que intervienen sacan a un porcentaje mínimo de jóvenes o fuerza de trabajo.

La política debe aumentar las exigencias a quienes realmente debe hacerlo y de manera urgente, si bien el tema fundamental de este ensayo es el cambio climático, también lo es el como la industria y el capital extranjero hace lo que quiere y como le plazca en los países que se encuentran en vías de desarrollo, como lo es el nuestro, es por ello que me centro en la idea de que en el norte de nuestro país las empresas transnacionales han intervenido los terrenos que más les importa y más valiosos para nuestra economía, con un mínimo de beneficio para quienes habitamos en el país y cercanos a ellos en los valles por donde bajan los ríos, o en los cerros donde se encuentra el mineral, que tanto les importa.  La pregunta es ¿Les importa realmente quienes habiten cerca de donde realizaran la intervención?, ¿El cluster minero es realmente una fuente de ingreso para quienes habitan en las cercanías y que tienen alto impacto debido a la extracción de mineral?.
Creo que estas preguntas pueden ser atendidas en un ensayo aún más extenso, pero a simple vista creo que no es de suma importancia para el capital, mientras no afecte el bolsillo de quienes invierten ahí, no será de alta prioridad.

A modo de conclusión creo que la era del Antropoceno, (Crutzen, 2000) en muy poco tiempo, estaremos en condiciones de acordar en conjunto como era el presente tiempo en donde se manifiestan los cambios en el planeta a causa del impacto de la intervención humana, y la destrucción de la tierra.

Bibliografía

Change, I. F. (2007). www.ipcc.ch. Obtenido de https://www.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/wg3/en/ch13s13-2.html
Chile Desarrollo Sustentable. (11 de 02 de 2011). www.chiledesarrollosustentable.cl. Obtenido de http://www.chiledesarrollosustentable.cl/desarrollo-sustentable/desarrollo-sustentable/
Crutzen, P. J. (2000). The Anthropocene Global Change Newsletter.
NASA. (2015). GLOBAL CLIMATE CHANGE, Vital Sings of the Planet. Obtenido de http://climate.nasa.gov/vital-signs/carbon-dioxide/
Rainer, H. (08 de 2015). In-media-tez.blogspot.cl. Obtenido de http://www.in-media-tez.blogspot.cl/2015/08/cambio-climatico.html



[1] La Mano Invisible, expresa la capacidad de una economía de mercado en obtener el máximo bienestar social a través de la búsqueda del propio interés.