jueves, 8 de julio de 2021

Pewma.

 Abolicion de la propiedad privada y de la division del trabajo.

Yun Men, dice que cada frase debe: "Abrazar el cielo y la tierra, detener el flujo de los diez mil arroyos y cabalgando la ola seguir la corriente".


La constitucion de los niños.

Todos somos iguales y lo seguimos siendo.

La naturaleza no es un recurso, sino un bien común.

La propiedad privada no existe.

No es necesario tener leyes para hacer lo que se debe.

Las estructuras jurídicas son coercitivas y sirven de sustento a militares y policías.

La Constitución es una trampa.

Creemos que porque la escribimos, se va a aprobar y porque se haya aprobado, la realidad se va a plegar a sus mandatos.

Una constitución tendría que ser garantía de paz y así, determinar explícitamente que no hay ejército ni policías. Siendo uno y otros, los medios históricos para apropiarse de los bienes de los demás y defenderlos, si la nocion de apropiación desapareciera, desaparecerían los intentos por generarla y mantenerla.

El medio ambiente no es lo mismo que el cambio climático, así como mi dinero no es el capital financiero, sin embargo hay una relación entre ellos. Si no hay propiedad privada, no hay división del trabajo. Así, el ser humano se encuentra consigo mismo, con el resto de su especie y con la naturaleza.


Pewma.

Nuestra Constitución, es la No Constitución.

Kimün no se escribe. Nunca se ha escrito y no se escribirá. 

Como hablamos de sueño, ése es el mío. Como estamos despiertos, es a la Asamblea elegida por el pueblo de considerarlo.

Nada hay mas alejado de nuestro espíritu, que una "constitución", que no sólo siempre ha justificado lo injustificable y defendido lo que no puede ser defendido, sino que además, desde que existe, genera los caminos para no hacer lo que dice.

En ese juego del engaño y del doble vínculo (que no por azar fue entendido por Bateson como el origen de la esquizofrenia y al que Deleuze y Guattari, identificaron con el sistema capitalista), se construyen los especialistas y exegetas de todo tipo.

No va a ser cuestión que de las ideas sobre la propiedad privada, que tengan los que nunca la tuvieron, y que por ello no fueron a la escuela, se venga en acordar de pronto, lo contrario que doctores de la ley, especialistas en derecho constitucional comparado, llevan tantos años para afianzar con tanta solidez.

Porque pese a todo, y como si la razón viniera del hambre, entendió el pueblo todo, por encima de las barreras culturales, políticas y militares, que no se trataba de unas leyes para servir a la propiedad, ni de unas democracias que lo justificaran, sino de una revolución, para devolver la tierra y el cielo, el aire y el agua, y a los niños, hombre y mujer. Asamblea de todos, para concebir una Constitución. 

Como no pensamos en los sueños, porque mucho hablamos en los espejos que brillan pero no sueñan, seguimos organizando la muerte, por sus caminos representativos. Como si los sueños no existieran, Asclepio...


Rainer María.


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